El pasado 10 de octubre del año en curso, alumnos de Bachillerato y compañeros de las carreras de Ciencias de la Educación y Administración de la Universidad Antonio Caso tuvimos la oportunidad de realizar un viaje, en un recorrido que duraría 3 días con los siguientes destinos: Orizaba y Puebla. Donde aprovechamos para visitar diferentes lugares y participar en distintas actividades.

El primer día partimos hacia Orizaba, donde nos esperaban para darnos un recorrido hacia el Cerro del Borrego, subiendo por el teleférico, sin duda aprovechamos de la espectacular vista panorámica. Al llegar, nos mostraron el “Museo de Sitio del Cerro del Borrego” en donde encontramos todo lo relacionado a la histórica batalla que ahí se llevó a cabo en la noche del 13 al 14 de junio de 1862, entre el Ejército Mexicano y los Invasores Franceses, así mismo conocimos los vestigios del Fuerte de dicha batalla y finalmente visitamos el Museo Geográfico de Orizaba, en donde pudimos admirar mapas, planos y fotografías del valle de Orizaba que datan del siglo XVI.

No conformes con los amplios miradores del Cerro, nos llevaron hasta la cúpula de una iglesia, para seguir admirando la maravillosa vista que esta ciudad tenía por ofrecer.

Más tarde y antes de partir hacia nuestro próximo destino, hicimos una parada en Ojo de agua, para deleitarnos con sus populares antojitos de flor de calabaza.

En nuestro segundo día, en Puebla, participamos en el XXXIII Encuentro Nacional de Divulgación Científica 2018, en la sede del Instituto Tecnológico de Monterrey, en donde más de 150 talleristas de diversos estados del país utilizaron rompecabezas, detergente, burbujas, popotes, autos eléctricos, peceras, pintura y un sinnúmero de materiales para explicar a niños y adolescentes conceptos como electromagnetismo, vibraciones, desastres naturales, entre otros fenómenos.

Sin duda una experiencia increíble, divertida y diferente de conocer y comprender los secretos de la física.

Al finalizar el evento, nos dirigimos a la Estrella de Puebla, la rueda de observación transportable más grande de Latinoamérica, donde tuvimos la oportunidad de apreciar la vista de los alrededores, desde la cabina, a una altura máxima de aproximadamente 80 metros.

Al bajar, dimos un paseo por el Centro Comercial Angelópolis, donde cada quien dispuso de 3 horas para hacer compras, tomar un café, comer en alguno de sus restaurantes, etc.

Hasta aquí terminó el día 2, cansados pero muy contentos de la agradable convivencia y las nuevas experiencias que vivimos, pero sobre todo con mucho ánimo de continuar el viaje.

Para el día 3 y último, desde muy temprano ya estábamos listos para nuestra siguiente y última aventura, el parque de atracciones: Volcanic Park.

A pesar del clima tan frío con el que nos recibió, no nos detuvo para nada de intentar realizar casi el total de las 30 actividades que prometía este parque, realmente puedo confirmar que pasamos un día muy divertido, muy extremo y que en efecto superó nuestras expectativas y nos enseñó incluso a ser más conscientes del cuidado de nuestro medio natural.

Esta es la primera vez que formo parte de un viaje escolar y espero que no sea el último, sin duda el viajar a cualquier destino incluso si se encuentra cercano al lugar donde residimos, nos abre los ojos, la mente y el corazón hacia una nueva y diferente perspectiva, agradezco a los organizadores del mismo, pues fue para mí una experiencia muy grata en la que aprendí mucho de otros lugares, de otras personas, de mí misma, de otras mentes y de otro sentir.

«El viajar mata los prejuicios y la ignorancia, por ello un criterio amplio de la gente y la vida nunca será alcanzable si nos sentamos en nuestro propio rincón del mundo» – Mark Twain.

Escrito por Norma Rosa Figueroa Jiménez, 4° cuatrimestre de Ciencias de la Educación.

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